El primero en exponer fue Francisco Sánchez, director del Instituto de Iberoamérica de Salamanca, quien abordó los escenarios políticos post-protestas del 11 de julio.

El investigador inició su alocución preguntándose porque el sistema socialista resiste a pesar de los múltiples shocks externos que ha pasado la isla desde el comienzo de la Revolución. “Han sido una cantidad ingente de shocks externos y sin embargo el sistema sigue manteniéndose ahí, la coalición dominante sigue gobernando y parece inquebrantable en ese sentido”, señaló.

De acuerdo a su punto de vista uno de los elementos que ha permitido mantener la coalición gobernante cohesionada, bastante cerrada, ha sido la continuidad en el liderazgo desde 1959 en adelante. “ Si bien es cierto que con la llegada del presidente Díaz-Canel hay un cambio aparente en el liderazgo, se sigue manteniendo una línea de continuidad que comienza con Fidel Castro y que luego continúa con su hermano Raúl. ¿Por qué es importante esto? En otros regímenes similares al cubano el cambio del presidente, la muerte del presidente, han significado momentos de crisis y ruptura dentro de la coalición gobernante. Entonces un liderazgo tan largo como el de Castro, del cincuenta y nueve hasta prácticamente cuando empieza a retirarse en la década del 2000, permitió mantener cohesionado el grupo y establecer una serie de fidelidades políticas, económicas, militares, emocionales, que perduraron en el tiempo”, puntualizó Sánchez. 

El segundo elemento de cohesión ha sido, sin dudas, el Partido Comunista Cubano que controla todos los espacios de acceso al poder político. “Este papel de coordinación entre los niveles político, social y militar que desempeña el partido ha servido como método de regulación del acceso al poder en Cuba. Por eso no hay posibilidad de fisuras, no hay una alternativa para conseguir o captar poder al margen del Partido Comunista y eso se ha visto claramente con los distintos movimientos y reformas que ha tenido el Partido a lo largo del tiempo”.

Otro elemento añadido al Partido Comunista, remarcó el académico, siguen siendo las Fuerzas Armadas Revolucionarias. “No nos olvidemos que las FAR no solamente son una fuerza militar sino también de orden público interno y hay que ver cuál es el papel que desarrollan y si esta cohesión interna no se rompe al momento de tener que reprimir protestas”.

No obstante la perdurabilidad del régimen cubano, agregó Sánchez, éste actualmente debe enfrentar una serie de desafíos que amenazan su continuidad. Sumado al descontento de la población por la dificultad para acceder a bienes, servicios y recursos, durante estos últimos meses Cuba ha venido padeciendo el impacto económico y social de la pandemia. “La pandemia es importante porque es un shock brutal para un país que tiene alta dependencia del sector externo a través del turismo pero sobre todo por una restricción de acceso a mercados a un país que ya de por sí le cuesta muchísimo abastecerse de bienes y servicios por el tema del bloqueo”.

A diferencia de la época del Período Especial, remarcó el director del Instituto de Iberoamérica, en que las personas ya tenían otros tipos de mecanismos y sistemas de provisión de bienes, esta vez el shock es generalizado. “Los que controlan los recursos ya no son capaces de redistribuir recursos e ingresos. El indicador más interesante en este sentido, hay que ver como evoluciona esto con las protestas, es aquello del reconocimiento de cierto tipo de propiedad privada, esa especie de apertura que va a romper con la lógica interna, que ya comenzó con el cuentapropismo, que rompe con la lógica interna del gran control estatal de los recursos”.

“La gente está cansada de lo que es la escasez de productos”

La siguiente en exponer fue Laura Tedesco, Profesora de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Saint Louis University de Madrid, quien analizó a la nueva oposición cubana y los motivos del creciente descontento ciudadano. “¿Quiénes son los que protestan? ¿Quiénes son los que salen a la calle? Yo creo que en las protestas del 11 de Julio salieron muchos que quizás no estaban enterados de lo que era el Decreto 349 o lo que había sido el Movimiento San Isidro, porque salen en distintos lugares de la Isla y sale la gente que está cansada. La gente está cansada de lo que es la escasez de productos, la gente está cansada de que en las tiendas de moneda libremente convertible haya productos y que para la gente común y corriente no lo haya”.

En lo que hace específicamente a la oposición del gobierno de Miguel Díaz-Canel, la académica consideró que la misma actualmente está encabezada por los artistas. “ En este momento son los que están de alguna manera alentando a la gente a salir a protestar, son los que están quizás más organizados. Pero creo que si la primera línea son los artistas después sale el cubano común y corriente, el cubano que hace la cola de tres horas para comprar un pollo…Hay un cansancio muy grande, hay un enfrentamiento entre los jóvenes artistas y el gobierno. Esto viene también desde el 2018 cuando los cubanos pueden tener acceso a las redes sociales en su télefono, yo creo que todo esto nos trae casi a una tormenta perfecta, hasta ahora”, concluyó Tedesco.

“El escenario regional actual sirve de aliciente para que el status quo se prolongue en el tiempo”

Luego fue el turno de exponer de Manuel Alcántara Sáez, catedrático de la Universidad de Salamanca, quien buscó situar al caso cubano en el contexto latinoaméricano y determinar hasta qué punto Cuba sigue siendo una excepción -o no- respecto al resto de la región.

 La democracia en América Latina, enfatizó Alcántara, no pasa su mejor momento.

“Hay índices, suficientemente claros, de que la cosa no está bien. Hace dos años atrás, perdón por la autocita, hablé en un artículo de la democracia fatigada. Decía que la democracia fatigada se da en un contexto en el que había por un lado una democracia formal, gobiernos elegidos en elecciones razonablemente competitivas, que los índices de calidad de la democracia de distintas instituciones no daban mal, pero que el proyecto variedades de la democracia ya indicaba que la cosa estaba empezando a torcerse desde hacía cuatro/cinco años. Ya había entonces una pendiente decreciente”, aseguró el académico.

Si Cuba durante los cincuenta años anteriores pudo tener su propio diseño y su propia cosmovisión de la política ajena al devenir generalizado de América Latina, añade Alcántara, el escenario regional actual sirve de aliciente para que el status quo se prolongue en el tiempo. “Además de ello hay que mirar a Venezuela, sobre todo hay que mirar la macroeconomía de Venezuela. Los datos que estamos recibiendo es que por esa dolarización que se ha producido en Venezuela, no formal pero de facto, la economía está encontrando cierto resoplo y esto indirectamente puede tener efectos positivos en la economía cubana”.

“La economía ya tocó fondo”

Los últimos dos expositores fueron Pavel Vidal, Profesor de Economía de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, Colombia, y José Chofre Sirvent, profesor de Derecho de la Universidad de Alicante.

El impacto en términos macroeconómicos de la pandemia en Cuba es el doble de lo que sucedió en la región, remarca Vidal, ya que en términos de caída del PIB América Latina cae un 6.8 % y el PIB cubano cae un 10.9 %. “ Ya ahí se ve que en términos macro hay un impacto mucho mayor en Cuba. Otro elemento que complica la situación es que la economía cubana recibe la pandemia en una situación ya frágil, incluso la recesión económica, según los propios datos oficiales, no comienza en 2020 sino en el segundo semestre de 2019. Entonces esto también ahí nos da una información de que los problemas venían desde antes”.

Incluso si uno lo mira desde el lado de la balanza de pagos, añade el académico cubano, uno ve que las exportaciones cubanas tienen ya una caída de siete años consecutivos. “Esto es la acumulación del impacto de la crisis venezolana, la decisión del gobierno cubano de detener las reformas y el escalamiento de las sanciones bajo la administración Trump”.

A pesar del difícil escenario económico que enfrenta Cuba, con escasez de productos y un creciente pico inflacionario producto de la reforma monetaria impulsada por el gobierno Díaz-Canel, Vidal concluyó su alocución planteando un escenario un poco más positivo para el país ya que, según su opinión, la economía pareciera haber tocado fondo. “No va a haber una recuperación en forma de “V”, hemos estado más en una forma de “L”. Una caída y dado la dependencia del turismo la economía se ha quedado estancada un tiempo, ahora viene una recuperación gradual. Pero sí es de esperar que viene una recuperación y yo pienso que el gobierno cubano le está apostando a esta recuperación económica, aún cuando sea parcial, para que se calmen un poco los ánimos y esto ayude a que no haya más protestas sociales como las que se vivió el 11 de julio”.

El último en presentar su opinión sobre la actualidad cubana fue José Chofre Sirvent, profesor de Derecho de la Universidad de Alicante, quien habló sobre el derecho de protesta en la Constitución. “La Constitución cubana es lo que es y da lo que da. No se puede esperar otra cosa en un texto de esa naturaleza… Estamos ante una Constitución de carácter semántico, es una hoja de papel que no tiene ningún tipo de validez jurídica por muchas razones. Básicamente porque la estructura misma del poder en Cuba impide que tengamos una Constitución”, concluyó el académico.

Para ver el coloquio en forma completa acceder al siguiente link: https://www.youtube.com/watch?v=QN5DMkh2l7E